ArcelorMittal (AM) ha planteado a los sindicatos la aplicación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con vigencia hasta finales de 2023 para once de sus fábricas en España, que dan trabajo a 8.300 trabajadores. Fuera de esta medida quedan los centros de la filial Condesa, el fabricante de tubos soldados que volvió a la órbita del grupo de la familia Mittal tras un acuerdo con los acreedores de esta empresa vasca.

La siderúrgica convocó el jueves de esta semana a una reunión a la mesa negociadora del ERTE, que está integrada por UGT, CCOO, ELA, USO y LAB. Esta última central ya ha manifestado su oposición a este plan, que califica de "más que vergonzoso".

ArcelorMittal alega que este recorte de actividad se debe a la caída de la demanda del acero, por la incertidumbre a cuenta de la crisis económica que ha desplomado el consumo de bienes como los vehículos. El sector de automoción es uno de los principales clientes de las siderúrgicas, cuyos márgenes se ven afectados además por los altos precios de la energía.

Con esta coyuntura, AM parará a finales de este mes uno de sus dos hornos altos en Veriña (Asturias), el Horno Alto A, que son las únicas instalaciones de cabecera de España para la producción de acero. Después de las vacaciones de verano, tampoco ha reanudado la producción de la acería de horno eléctrico de Sestao (Bizkaia), que tiene una capacidad de 1,6 millones de toneladas. No tiene intención de reabrirla en lo que queda de año.

Fuente: www.cincodias.elpais.com