El reactor europeo de fusión nuclear ITER, que aspira a plantar cara a partir del 2025 a las innovaciones estadounidenses en esta materia, estará protegido por las compuertas de una empresa española. Ferrovial se ha adjudicado, a través de su filial Ferrovial Construction France, un nuevo contrato con el consorcio que desarrolla el reactor termonuclear de carácter experimental para diseñar, suministrar e instalar 215 compuertas nucleares en el complejo de Tokamak.
El grupo español ampliará su contrato de 300 millones de euros en el complejo francés de Tokamak, donde trabajará junto a su socio local Sommer. Las empresas españolas, entre ellas AVS, Ensa o Cobra, antigua filial de ACS, han ganado licitaciones en solitario o con socios por cerca de 1.200 millones de euros para participar en este gran proyecto europeo.
"Este contrato reconoce el esfuerzo de Ferrovial durante los procesos de oferta y colaboración con agentes externos", indica Alberto Sánchez, el responsable de la empresa española de los trabajos de construcción para el ITER. "Nos permitirá a nosotros y a nuestros aliados de Sommer crecer en el mercado de construcción nuclear, continuar con nuestra presencia en el ITER y aspirar a nuevos contratos pendientes".
El proyecto ocupa 42 hectáreas y emplea a más de 2.000 personas
Para Ferrovial, el contrato fortalecerá su posición como contratista europeo en un ámbito especialmente exigente. El proyecto ITER es el mayor del grupo en Francia, donde se adjudicó el año pasado otro importante contrato, de 438 millones de euros, para ampliar la red de metro de París.
La participación de la empresa española se centra en el complejo de Tokamak, el edificio donde se alojará el reactor de fusión, que es el corazón del proyecto, en el que trabajan desde 1985 más de 30 países distintos. Se investiga una tecnología "totalmente disruptiva, barata, segura y con combustible inacabable", indica Xavier Ros, director de proyecto de Ferrovial Construcción.
A finales del año pasado, en un experimento en el laboratorio californiano de Lawrence Livermore, se logró una ganancia neta de energía en la fusión de átomos de hidrógeno, lo que replica a pequeña escala el mecanismo de combustión del Sol y fue celebrado como un gran hito tecnológico por el Gobierno estadounidense.
Ferrovial tampoco ahorra adjetivos al hablar del ITER. Dice que es "el proyecto más ambicioso de la historia científica humana" porque supone la construcción de "un Sol en miniatura". La infraestructura gira en torno al Tokamak, una máquina de 23.000 toneladas y 60 metros de alto compuesta de imanes y cables superconductores capaz de producir plasma imitando la fusión nuclear que se produce en el Sol.
ITER ocupa 42 hectáreas y emplea a más de 2.000 trabajadores. Sus técnicos aspiran a obtener los primeros resultados dentro de dos años. Ferrovial participa en la construcción del edificio junto a otras dos constructoras, Vinci y Razel-Bec. Los contratos los ha firmado con Fusion for Energy (F4E), la organización de la Unión Europea que gestiona la contribución europea al ITER, cuyas oficinas se encuentran en Barcelona.
Fuente: www.lavanguardia.com