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El hidrógeno verde une los caminos de Navantia, Repsol y Enagás

La Fábrica de Turbinas de Navantia Ferrol avanza para poder introducirse «en la fabricación y el montaje de electrolizadores», una de las partes fundamentales para poder materializar proyectos de hidrógeno verde. Así lo ha apuntado este martes la responsable de programas civiles de la planta, Victoria Grueiro, quien ha señalado que en este camino ya han alcanzado «algún acuerdo con alguna empresa conocida, como Repsol y Enagás», con los que la empresa pública mantiene reuniones.

El objetivo es que a finales de estos encuentros es que a finales de este año o principios del próximo “pueda haber algo concreto”. Grueiro ha realizado estas declaraciones durante una visita realizada por los medios de comunicación a las estas instalaciones situadas en el interior del astillero ferrolano, donde ha estado acompañada del jefe de producción, Alejandro Torre, y de Elena Rodríguez, responsable de programas militares.

En este escenario y referente a las energías del futuro, Victoria Grueiro ha detallado que se están habilitando las naves porque requieren un aislamiento especial.

Fragatas para la Armada Española

Por su parte, Alejandro Torre ha detallado que estas instalaciones «están sufriendo una transformación importante asociada a las nuevas entradas de personal, además de la inversión en nueva maquinaria, para ser capaces de acometer los retos que el astillero está demandando».

 

Así, ha destacado que dentro del proyecto de las nuevas fragatas F-110 para la Armada Española, «se acaba de entregar el conjunto reductor de la primera fragata», la F-111 y que también realizan partes del programa ‘Fleet Solid Support’ (FSS), para la construcción de tres buques logísticos para la Royal Navy británica.

Todo ello, ha añadido, sin dejar de lado «las reparaciones de las centrales nucleares, con contratos de mantenimiento de las válvulas de regulación de vapor», a lo que se une otras encomiendas de centrales de vapor y trabajos de «mecanizados especiales para Navantia Cartagena, en concreto, en los submarinos del programa S-80.

Torre también ha enfatizado que unas de las últimas herramientas con las que se ha dotado esta Fábrica de Turbinas ha sido «el banco de pruebas, con una inversión de unos dos millones y medio de euros, que permiten, tanto en tiempo como en plazo, la prueba de los conjuntos reductores tanto de las F-110 como de otros encargos futuros».

Al mismo tiempo ha resaltado otra serie de inversiones, como son la adquisición de una mandrinadora, lo que lo ha llevado a asegurar que «vemos que se está apostando por esta planta, por un futuro que se avecina y también por nuevos retos, como son los electrolizadores, que esperamos que sean la energía del futuro».

Fuente: www.economiadigital.es