07/02/2025
Acerinox ha informado a los representantes de los trabajadores su intención de llevar a cabo un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) en la factoría de Palmones, en Los Barrios. Un despido colectivo que obedece, según justifican desde Recursos Humanos en un escrito, a «causas económicas, productivas y organizativas«.
A juicio de la compañía, cumplen así con el Plan de Rejuvenecimiento de la plantilla, incluido en el IV Convenio Colectivo firmado el pasado junio de 2024, momento que puso fin a los 137 días de huelga.
Según avanza Economía Digital Andalucía, todavía «no hay un número fijado de despidos», ya que ahora se ha abierto el plazo de consulta por parte de los sindicatos de hasta 30 días. Durante ese tiempo, se deberán negociar los términos del despido, incluyendo posibles medidas sociales de acompañamiento para los afectados.
El convenio colectivo de Acerinox, aprobado por votación el pasado 21 de junio de 2024 con un 60% de los votos a favor, aún mantiene algunos aspectos pendientes de resolver y temas judiciales de por medio. El acuerdo alcanzado durante el verano estableció que, en lugar de aplicar el ERTE que la empresa había planteado para reducir su modelo organizativo de cinco turnos a tres, en momentos de baja producción o menor carga de trabajo, los empleados no serán despedidos, sino que enfrentarán una suspensión temporal de sus contratos.
Justo ayer, 5 de febrero, se cumplía un año de aquel revolucionario conflicto laboral. Coincidiendo también con ese aniversario, el sindicato ATA convocaba una protesta por «incumplimientos» del convenio. Durante una rueda de prensa a medios, José Antonio Gómez Valencia confirmaba que la empresa ha interpuesto una demanda contra los convocantes de la protesta y les reclama una indemnización de más de 30 millones de euros por «presunta ilegalidad» en la convocatoria del paro.
El proceso judicial, cuya vista está fijada para el próximo 19 de mayo, también incluye expedientes sancionadores que podrían derivar en despidos. Una acción que a juicio de sindicatos como ATA y otros independientes responde a una «persecución sindical» por parte de la factoría contra quienes se opusieron al acuerdo alcanzado para poner fin a la huelga. «No nos quieren aquí porque peleamos por los derechos de los trabajadores y nos negamos a firmar lo que quiere la empresa», afirmó Gómez Valencia, subrayando que no se dejarán «coaccionar».
Fuente: www.diarioarea.com