26/06/2025
La reunión en el Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) de Sevilla, que reunió a todas las partes en la negociación del convenio del sector de metal para la provincia de Cádiz, terminó a primera hora de la mañana de este jueves sin acuerdo. "No hay nada cerrado ni nada concreto", detalló Antonio Montoro de UGT en su balance a los medios de comunicación, pero sí avanzó que "ha habido propuestas por una parte y otra" pero sin concretar mucho más allá el contenido de las mismas. El sector por tanto continúa sin un convenio ratificado por los trabajadores a pesar de que el domingo a última hora se produjo la firma de un pre acuerdo entre Femca y UGT, un acuerdo del que se descolgó CCOO.
Desde CCOO, Pedro Lloret también ha hecho una síntesis de la reunión indicando que "hemos mantenido nuestra linea de trabajo con los puntos muy claramente determinados" incluyendo las cuestiones a los fijos discontinuos, la extensión de la vigencia del convenio y todo lo relacionado con "cualquier artículo que conlleve un salario por debajo de las tablas salariales". También ha adelantado que no puede "avanzar nada del resto porque hay que ser respetuosos con el otro sindicato que está intentando acordar otras cuestiones con la patronal", explicando que en esos puntos no se ha avanzado en nada, siendo emplazados a una nueva reunión "para la que no hay ni día ni horario definitivo".
En Cádiz, la avenida de Astilleros, que pasa por delante de la factoría de Navantia en la capital, está cerrada al tráfico desde las 7:15 horas aunque no se están produciendo ni barricadas ni altercados. Los dos puentes que están abiertos a la circulación. En Puerto Real hay una concentración de unas 80 personas en los aparcamientos de Alestis, aunque sin cortes de tráfico. El Puerto, un piquete de unas 40 personas permanece en el polígono Tecnobahía con actitud pacífica, ralentizando pero sin impedir el acceso a los centros de trabajo. En San Fernando, ocho personas están situadas entre los accesos y los tornos de entrada a la factoría de Navantia, mientras las fuerzas de seguridad facilitan la circulación para evitar retenciones. La mayor incidencia se ha registrado en la comarca del Campo de Gibraltar, donde unas 200 personas han cortado la carretera CA-34 a la altura del acceso a la empresa Moeve en San Roque.
Pasadas las 10:00 horas, los huelguistas que estaban desplegados por la avenida de Astilleros en Cádiz han comenzado a moverse con la intención de poder llegar hasta el hospital, donde hay prevista una protesta a las 11:00 horas. Los trabajadores han ido por la carretera industrial hasta la rotonda de Bomberos, han subido por la cuesta de la Guardia Civil y han salido a la avenida principal a la altura de San Felipe Neri.
La tercera jornada de huelga indefinida en Cádiz se vivió de manera intensa desde primera hora de la mañana, con piquetes en los accesos a la factoría de Navantia en San Fernando o en Puerto Real y con cortes de tráfico por la ocupación de la CA-34, la carretera de acceso a La Línea desde San Roque, en el Campo de Gibraltar. O en Cádiz, con la avenida de Astilleros cortada. Lo más destacado fue una manifestación de huelguistas, con sus familias, y algunos ciudadanos que se sumaron, en un recorrido que los llevó a la sede de Femca y, a continuación, hasta el edificio de Sindicatos para reclamar la dimisión del secretario general de FICA UGT en la provincia, Antonio Montoro.
"Montoro, dimisión", fue uno de los gritos que más se repitieron a lo largo del itinerario que la manifestación organizada por CGT siguió pasadas las 10:30 horas. Partieron desde la rotonda de San Severiano, para avanzar por el barrio y llegar a Guillén Moreno. Si al principio parecía que la convocatoria había animado a algo más de dos millares de personas a participar –la mayoría obreros y sus familias, además del apoyo de colectivos como el Sindicato de Estudiantes, representantes de la Marea de Pensionistas o del sindicato del sector educativo Ustea– este número se fue agrandando hasta superar las 5.000 personas. Llamó la atención, mientras la cabecera ya había parado en la sede de la patronal, observar a distancia como la marea seguía fluyendo.
El responsable de CGT en Andalucía, Ceuta y Melilla, Juan Antonio Guerrero, expuso algunas de las claves del pre acuerdo de UGT y las empresas del metal que rechazan los obreros, también su sindicato. "Nos parece una barbaridad que sean 9 años de convenio, eso es engañar a los trabajadores. Intentan garantizar la paz social durante los nueve años de trabajo que hay previstos", comentó. Junto a eso, cuestionan las condiciones en las que plantean la incorporación de jóvenes al sector, con el cobro del 75% de lo que marca las tablas salariales.
"Nos parece una barbaridad que se cree esa doble escala salarial, que por cierto ya hay una", mencionó. Se refería a la presencia de empresas de fuera de la provincia, que desarrollan trabajos en los astilleros de Navantia, en Airbus, en Dragados Off Shore o Acerinox, que no aplican el convenio del metal de Cádiz. "Están abaratando los precios", se quejó. También, "a compañeros montando andamios en un buque que les aplican el convenio del corcho, o las limpiadoras que limpian aviones o barcos y que están en el convenio de limpieza de edificios y locales", advirtió.
Por la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM) tomó la palabra Manuel Balber, que avisó que "la paz social se ha acabado ya". Los trabajadores del sector no quieren el convenio acordado, que consideran un "retroceso". Quieren, por el contrario, "un convenio de avance para la clase social y trabajadora". "Un convenio que beneficie a los trabajadores, y sobre todo que se cumpla", demandó. Por eso, quieren que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, como responsable de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) y, por tanto, de Navantia, se implique. "Navantia es una cárcel. Dragados Off Shore es una cárcel. Y nosotros queremos que los trabajadores tengan vida, que puedan disfrutar de sus familias y su tiempo de descanso", defendió. "Queremos un trabajo digno, un salario digno", insistió.
En días previos, CCOO también mostró su rechazo al preacuerdo firmado entre UGT, sindicato mayoritario, y Femca: "somete a la clase obrera durante casi una década", sostenía el sindicato, también en relación a la vigencia del convenio (9 años) y a la incorporación del salario de nuevo ingreso, otro de los puntos críticos para el sindicato.
Fuente: www.diariodecadiz.es